lunes, 4 de noviembre de 2013

10 claves para entender la moda de 'El tiempo entre costuras'

Lo reconozco. Soy fan de ‘El tiempo entre costuras’. Primero lo fui del libro. Ahora, de la serie.

Verano de 2010. Recorrí Tetuán, Tánger, Lisboa y Madrid de la mano de Sira Quiroga. La historia de una humilde costurera que lo abandona todo por amor, me conquistó desde el primer momento. Pasé varios meses enganchada a aquella vida que discurría de forma paralela por la política y  la moda. Soñé con la elaboración de cada vestido, con sus telas, sus complementos y disfruté con descripciones como ésta: "Entré en el hotel Palace un mediodía de mediados de septiembre con el andar seguro de alguien que hubiera pasado media vida taconeando por los halls de los mejores hoteles del planeta. Llevaba un tailleur de lana fría color sangre espesa... Complementaba el atuendo con unos zapatos de piel de cocodrilo y altura de andamio adquiridos en la mejor zapatería del  boulevard Pasteur. En las manos, un bolso a juego y un par de guantes de piel de becerro teñida en gris perla”.




Hoy, a punto de ver el tercer capítulo de esta serie, os cuento mis 10 claves para entender la moda de esta serie, que ya en su primer capítulo sentó frente al televisor a cinco millones de espectadores.

1. Un nombre propio: Bina Daigeler. Es la encargada de vestuario de esta serie que tardó siete meses en rodarse. Daigeler, nominada al Goya por ‘Volver’, ‘Todo sobre mi madre’ , ‘Inconscientes’ y ‘Princesas’, es una de las grandes del backstage de nuestro cine. Lo curioso es que Bina Daigeler y María Dueñas son amigas. De hecho, la primera le ayudó a la escritora en la fase de documentación de la novela.

2. Un desfile en cada capítulo. Para la serie, se han confeccionado más de 400 trajes a medida y se han alquilado aproximadamente unos 1.500 más en casas especializadas de Madrid, Londres y Roma. En un único capítulo, Sira llega a mostrar 34 looks.




3. La huella de la sastrería ‘Cornejo’. Muchos de los vestidos de la protagonista han salido de la sastrería ‘Cornejo’ de Madrid, que lleva más de 90 años dedicándose a la confección de prendas para producciones teatrales, cinematográficas y televisivas. Los lunes, en prime time, compite consigo misma, ya que también tiene en su currículum haber realizado parte del vestuario de la serie ‘Isabel’. La sastrería Cornejo cuenta, a través de su facebook, que el vestido que Sira lleva en la verbena en la que conoce a Ignacio (primer capítulo) tuvo que confeccionarse tres veces. Si visteis el estreno, recordaréis que la protagonista se tira una bebida por encima. Pues bien, fue necesario hacer hasta tres vestidos para los diferentes momentos: uno para cuando está limpio; otro para cuando se ensucia, y el tercero para el momento en que intenta limpiarlo.




4. La recreación del “Delphos” de Fortuny. En el tercer capítulo vimos cómo Sira decidía hacer un ‘falso Delphos’ para Rosalinda Fox.  Pero, ¿qué es un Delphos? Sin duda, uno de los trajes más famosos de todos los tiempos, obra del artista español Mariano Fortuny y Madrazo, que lo patentó en 1909. Es una especie de túnica de seda plisada, inspirada en el chitón jónico. Hoy en día todavía son un misterio el plisado, resultado de una técnica propia del diseñador, y la gama cromática, elaborada con tintes naturales de origen mineral y orgánico que el mismo fabricó. Parece ser que, tras su muerte, su viuda tiró a un río todas las muestras para que nadie pudiera copiarle.






5. La influencia marroquí. Reflejada en la incorporación de algunas joyas, turbantes y telas de algodón. Señala Bina Daigeler que esta influencia se verá mucho más clara cuando Sira regrese a Madrid.




6. De costurera a sofisticada modista. A lo largo de la serie, veremos cómo el vestuario de Sira va transformándose de forma paralela a su personaje. En España, en este tiempo, se imponían los cortes sobrios, sencillos, con escotes tímidos y cuellos redondos o en pico. Las únicas libertades se veían en los estampados. En los primeros capítulos, hemos visto a la protagonista con faldas lápiz, vestidos de lunares, de flores, con cuello babero...Era la Sira más inocente, que, poco a poco, irá dando paso a una Sira más glamurosa, elegante y sofisticada. Para esta etapa, la inspiración llega de las estrellas de Hollywood de la época: Marlene Dietrich, Greta Garbo y Rita Hayworth. También de las diseñadoras Chanel y Schiaparelli. Estoy segura de que en algún momento veremos a Sira con ese estilo tan 'masculino' de Marlene Dietrich.








7. Los labios, siempre rojos. 
El maquillaje de los años 20 da paso, en la década 1930-1940, a uno más natural. Se usaba el lápiz de cejas, la vaselina para los párpados, sombras, rímmel, colorete y labial rojo fuerte. La base de maquillaje fue lanzada al mercado en 1938 por Max Factor. Las uñas, desde que apareciera la primera laca de uñas de color en 1925, también eran preocupación de las mujeres de la época. Las cuidaban mucho. Por eso, no es extraño ver a Sira Quiroga en los primeros capítulos de la serie con una manicura perfecta.



8. La 'maldición' de las medias de cristal.
Leí hace poco una entrevista a Adriana Ugarte en la que contaba que durante el rodaje rompieron muchas medias de cristal. Las medias de cristal o de nylon causaron furor durante esta época. Fueron inventadas en 1935 por el químico Wallace Hume Carothers y no llegaron a Europa hasta los años 40. Este nuevo tejido aportaba mayor prestación, ya que era mucho más elástico y resistente. Antes de este descubrimiento, eran habituales las medias de seda, aunque resultó muy difícil conseguirlas, ya que tras la I Guerra Mundial se cortó el suministro de seda de Japón.


9. Los complementos, perfectamente cuidados.  Cada uno de los looks que luce Sira Quiroga están perfectamente estudiados. Sombreros, joyas, bolsos y guantes. Es la década de los sombreros diminutos o simplemente pañuelos en la cabeza. Respecto a los bolsos, eran frecuentes los bolsitos al codo. La fabricación de bolsos y carteras se valía de las tendencias en las artes plásticas y decorativas y de los avances de los materiales sintéticos. Durante toda la década de los 30, las asas se acortaron y los convertía en bolsos de mano. Pero si hay un bolso que marcó este tiempo fue la minaudière, creada por Charles Arpels. Era más que un bolso, era una joya. Consistía en un sobre pequeño rígido de plata con baño de oro e incrustaciones de piedras preciosas. ¿Veremos a Sira con una minaudière?





10. Las faldas nunca por encima de la rodilla. En 1930, las faldas se alargan, se marca el talle y se ensanchan los hombros. Se añaden ribetes de piel y se utiliza el cinturón.  Los zapatos pierden altura, gracias a un tacón más bajo y más cuadrado. Hacia 1940, se populariza el traje de chaqueta para calle o tailleur, siempre ajustado y con sombrero y guantes. Empiezan a aparecer trajes con pantalones, aunque todavía es extraño ver a mujeres con ellos. Por su parte, los trajes de noche dejaban hombros y espalda al descubierto.




Para finalizar: Respecto al estilo masculino, es la época del sombrero Trilby y los Zapatos Oxford. 



2 comentarios:

  1. ¡Cuántas cosas aprendemos contigo Alba! Qué reseña tan detallada. Me encanta pero sin duda la volveré a leer cuando vea la serie porque no la estoy siguiendo ya que quiero leerme el libro antes. De todas formas por lo poco que he visto de la serie y las fotos que nos traes te digo que la moda de esa época me gusta mucho, era muy elegante, la verdad. Ah! Y te traigo una curiosidad por sí te sorprende tanto como a mi me sorprendió cuando la descubrí, aunque con lo puesta que estás en moda puede que la conozcas ya. El año pasado me enteré de que la palabra "nylon" proviene de juntar el nombre de las dos ciudades favoritas del creador del tejido: New York (ny) y London (lon). Una cosa tan obvia pero que jamás se me habría ocurrido pensar.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por comentar, Luz!! A mí el libro me encantó y la serie me está gustando mucho. Creo que está perfectamente adaptada!! Gracias por traernos la curiosidad del nylon. No la conocía!! Y vaya, aunque tienes razón en que es obvio, nunca lo hubiera imaginado. Besos

    ResponderEliminar